viernes, 26 de diciembre de 2014

Recaer no es retroceder

Muchas veces despues de estar una temporada estable,sin crisis de panico, sin sentirse mal, Boom!!! Aparece uno...y nos desmoronamos..parece como si de nuevo el mundo se nos cayera encima,y todo lo conseguido no hubiera servido de nada..creemos erróneamente que hemos vuelto al principio...

Debemos saber que en todo proceso de mejoría o crecimiento hay altibajos, nunca es una línea ascendente. Son baches no una vuelta al inicio.

La ansiedad nos deja como “traumados”, en cuanto a que ya cualquier sensación o sentimiento incómodo o desagradable se lo atribuimos a ella y es ahí donde sentimos que retrocedemos, pero esto no es así, es simplemente que eres humano y sientes inquietud como cualquier otro.

Distingue entre recaer o sentir, si de repente me siento sin ganas de hacer nada, melancólica y filosófica, no significa que otra vez me estoy deprimiendo, significa que me siento melancólica, que estoy sintiendo esa emoción en ese momento, que necesito saber por qué me siento así, canalizar esas emociones y listo.

A veces la ansiedad nos deja como “traumados”, en cuanto a que ya cualquier sensación o sentimiento incómodo o desagradable se lo atribuimos a ells y es ahí donde sentimos que recaemos o retrocedemos, pero esto no es así, es simplemente que eres humano y sientes inquietud como cualquier otro.

Dale el valor y nombre a cada cosa,
Con esto me refiero a que le des el nombre y valor a cada cosa que sientes por lo que es, y no por lo que podría llegar a ser o por lo que sospecharías que sería.

Tu pasado fue tu pasado, hoy es un nuevo dia, cuando llegue mañana, intenta dejar de estar hipervigilante a ver cómo te sientes o si te sigues sintiendo mal, simplemente sientete como te sientes en ese nuevo momento.

Realmente no se puede retroceder, en la sabiduría oriental lo tienen muy claro: en la evolución no hay vuelta atrás.

O sea, el camino que ya cruzaste ya no lo puedes volver a cruzar, la prueba que ya superaste ya está superada, el reto que conquistaste ya está conquistado, los miedos que venciste ya están vencidos.
Siempre se avanza, siempre se aprende, nunca nada puede volver a empezar, lo vivido vivido está, las pruebas que te pone la vida podrán ser parecidas pero cada vez te serán mas fácil superarlas.

Info aportada del blog desansiedad.com

jueves, 25 de diciembre de 2014

Ansiedad y menstruación

Yo noto mucho mas la ansiedad y la debilidad emocional en  la premenstruacion, pero todo tiene un porque... Ausonia nos explica el porqué...

Las mujeres que sufren del Síndrome Premenstrual (SPM) experimentan una serie de síntomas asociados a su ciclo menstrual que se repiten mes tras mes. Muchas veces estos síntomas llegan a interferir con algún aspecto de su vida familiar, estudiantil, social o laboral. Estos síntomas pueden ser tanto de tipo emocional como físicos. No todas las mujeres tienen el mismo tipo de alteración premenstrual, y hasta incluso la misma persona no necesariamente repite los mismos síntomas siempre.

¿Qué es el Síndrome Premenstrual (SP)?
El Síndrome Premenstrual lo forman una serie de alteraciones tanto emocionales como físicas que suceden los días antes de que llegue la regla. Estos cambios, en la gran mayoría de nosotras, son aceptables y los asumimos como propios de nuestra condición de mujer. Pero en algunas mujeres estos síntomas son especialmente importantes y llegan a interferir en sus actividades diarias.

El Síndrome Premenstrual no es sólo una sensación de tensión o de depresión, es un conjunto de síntomas bien definidos que constituyen un síndrome.

¿Cuándo ocurre el SP?
Estos síntomas se manifiestan generalmente durante la segunda fase del ciclo menstrual, entre el día 14º y el 28º y desaparecen cuando empieza la regla.
A algunas mujeres el Síndrome Premenstrual nos dura uno o dos días y desaparece, mientras que otras pueden sentirse tan mal que apenas pueden hacer nada. En estos casos, si te sientes de muy mal humor e infeliz, es una buena idea hablarlo abiertamente con tu familia y tus amigos. Así estarán prevenidos y te ofrecerán su paciencia y apoyo.

¿Qué causa el Síndrome Premenstrual?
Se desconoce con exactitud cuáles son las causas del Síndrome Premenstrual, pero existen muchas hipótesis para explicarlo.
Se supone que este síndrome se produce por un desequilibrio entre los estrógenos y la progesterona con un aumento relativo de los primeros. Esto da lugar a una retención de agua y sodio, con aumento de peso y edema generalizado, que es la causa que explicaría la mayoría de los síntomas anteriormente mencionados.
También existe un gran componente psicológico, ya que las mujeres con una gran carga emocional son más susceptibles de desarrollar el síndrome. Sin embargo, no se puede responsabilizar sólo a los factores psíquicos como causantes del Síndrome Premenstrual. Otras teorías sostienen que se trata de una respuesta anormal del organismo frente a las alteraciones de neurotransmisores neuronales como las beta endorfinas. También se han defendido otros posibles mecanismos que lo relacionan con la nutrición, la deficiencia de vitamina B6, la hipoglucemia y niveles bajos de calcio o magnesio. No existe ninguna hipótesis que, por sí sola, explique las causas del Síndrome Premenstrual. Lo más probable es que se trate de una combinación de distintos factores que a la vez interactúan con algún acontecimiento vital: estrés, los problemas en casa o en el trabajo, los exámenes u otras situaciones estresantes.

¿Cuáles son sus síntomas?

SÍNTOMAS EMOCIONALES Y DE COMPORTAMIENTO
Depresión Confusión
Ataques de cólera Retraimiento social
Irritabilidad Falta de concentración
Ataques de llanto Desarreglos del sueño
Ansiedad Cambios en el apetito (Antojos de comida o bebida)

SÍNTOMAS FÍSICOS
Pechos inflamados Hinchazón y aumento de peso
Cefaleas Hinchazón de manos y pies
Dolores y malestar general

Para que cumplan del todo con la definición de SPM, estos síntomas:

Se deben notar al menos 5 días antes de la regla, y en como mínimo 3 ciclos menstruales seguidos

Desaparecen dentro de los cuatro días siguientes al inicio de la menstruación

INTERFIEREN con algunas de tus actividades habituales
¿Todas las mujeres notamos el SP?
No todas las mujeres experimentamos el Síndrome Premenstrual. La sintomatología puede presentarse desde la adolescencia hasta la menopausia, sin embargo, suele ser muy leve en la adolescencia y en los primeros años de vida adulta. Aunque no hay un tipo de mujer característico, parece que en general es más frecuente en mujeres de unos treinta años que tienen hijos.
¿El Síndrome Premenstrual es para siempre?
Tranquila, afortunadamente, ¡no hay mal que 100 años dure! En más del 40 % de los casos, el tiempo en que se puede sufrir el Síndrome Premenstrual, antes de las reglas, no excede de los 5 años.
¿Qué medidas debo tomar?
Existen muchos tratamientos para el Síndrome Premenstrual, desde sencillos remedios caseros a tratamientos prescritos por el médico. Lo importante es encontrar el remedio que sea más útil para cada una. A algunas de nosotras nos puede ayudar simplemente el hecho de seguir unos hábitos saludables como son: - una dieta adecuada y tomar manzanilla por sus propiedades analgésicas y emolientes,- descansar cómodamente y dormir más de 7 horas diarias,- hacer pequeños ejercicios a modo de estiramientos musculares. - utilizar distintas técnicas de relajación tanto mental como emocional. También existen algunas medidas más específicas que puedes concretar con tú médico.

¿Qué dieta me ayudará con el SP?
Conviene una dieta sana, con abundantes frutas y verduras, baja en sal y que evite el consumo excesivo de agua durante los días previos a la regla. Esto nos ayudará a evitar la retención de líquidos tan molesta en esos días.
También es recomendable consumir poco azúcar, y reducir la cafeína y el alcohol. Por lo general son irritantes y pueden aumentar la sensación de pesadez.

¿Me conviene algún suplemento frente al SP?
Podemos tomar complejos vitamínicos. Por lo general refuerzan nuestro cuerpo y nos ayudarán en los días en que nos sentimos más fatigadas. Es conveniente que el médico nos aconseje cuál es el más adecuado para cada una de nosotras.
¿Ayuda el ejercicio físico durante el SP?
El ejercicio nos proporciona sensación de bienestar y nos puede ayudar a reducir la tensión psíquica que solemos tener durante estos días. Debe tratarse de un tipo de ejercicio suave y cómodo, y mejor si lo practicamos de forma regular.
¿Cómo influye la relajación?
Puede ayudarnos practicar algún método de relajación como el yoga, la meditación o ejercicios de respiración. Estos métodos, por lo general, nos ayudan a tomarnos las cosas con serenidad y favorecen nuestra calidad de vida.
¿Y el estrés?
Si podemos, tendríamos que intentar evitar todas aquellas situaciones conflictivas que puedan generar tensión. El estrés, por lo general, empeora los síntomas del síndrome premenstrual.
Durante el SP ¿qué cosas nos ayudan?
- Una dieta equilibrada
- Comer poco y a menudo
- Comer abundantes frutas y verduras frescas
- Consumir poca sal y poco azúcar
- Reducir el consumo de café, alcohol y tabaco
- Usar ropa cómoda y fácil de llevar
- Utilizar un calzado plano y confortable
- Realizar ejercicio físico moderado
- Realizar alguna actividad lúdica que te guste y te entretenga
- Hablar de cómo te sientes con tu familia o tus amigos
Durante el SP ¿qué cosas nos perjudican?
- Usar prendas muy ajustadas al cuerpo
- Utilizar zapatos con tacones altos
- Tomar antidepresivos o tranquilizantes si no te lo ha recomendado tu médico
- Desabrigarte y pasar frío
- Culpabilizarte por mi mal humor
- Sentir vergüenza
- Evitar las relaciones sexuales
- Cargarte de trabajo durante estos días
- Dejarte llevar por los antojos

domingo, 21 de diciembre de 2014

Que no se me note

Cada ataque de pánico es una lucha contra las sensaciones, pero a eso le sumamos el esfuerzo por hacer como si todo fuera normal y no estuviéramos pasando por ese momento de cara a los demás. La pregunta es.. ¿porque actuamos asi si seguramente recibiríamos apoyo y ayuda? pues después de mi experiencia llego a la conclusión de que preferimos huir o pasarlo sol@s primero porque no piensen que estamos mal de la cabeza, y en mi caso personal por no sentir mas agobio con preguntas de quienes quizás y como es normal no conozcan o entiendan lo que me esta pasando o acrecentar mi malestar siendo protagonista del momento y el lugar montándose un medio espectáculo. Lo que necesitamos es normalidad mas que extrema preocupación, pues suficientemente preocupados nos encontramos ya en ese momento.
 Por ello en post anteriores explico de que manera se puede ayudar a alguien en este estado, debeis atreveros a pedir ayuda a quienes tenéis mas cerca, explicarles en un momento en el que os encontréis bien como deben actuar para ayudaros. No es una vergüenza padecer ansiedad, es más no os imaginais la de gente cercana que seguro teneis que padece cosas más raras y no lo sabéis ni percibis.
Ponerle nombre a este problemilla, no hay nada que ocultar, no es nada malo y vuestros seres mas queridos os apoyaran y os ayudarán, no temáis, ser valientes, no lo padezcais solos. ¡Animo valientes!

sábado, 20 de diciembre de 2014

Despersonalizacion/desrealizacion


  • Me dispongo hablar de entre toda la variedad de sensaciones molestas que engloba la ansiedad de concretamente estas dos porque son las que me han acompañado y de las que de primera mano sin equivocarme puedo informaros con objetividad.

Empezaré explicando que son:

  • Despersonalización

Un cambio en el conocimiento del individuo mismo en el que se siento separado de su propia experiencia, del "yo", el cuerpo y la mente paraciendole extraño.
Términos comúnmente usados para describir los síntomas y sensaciones de Despersonalización:

Irreal
Seperado del cuerpo
Divorciado de uno mismo
Separado de todo
Suelto
Solo
Extraño
Raro
Desconocido
No familiarizado
Muerto
Como Títere
Como Robot
Actuando un papel
"Como una figura de cartón de dos dimensiones sin vida"
Hecho de Algodón
Tener movimientos mecánicos
Aislado
Automatizado
Una espectador
Viendo sus propias acciones como si estuviera en una película o en un programma de TV
No pensar para uno mismo
Observar el flujo de ideas en la mente como si fueran independientes.


  • Desrealización

Un cambio en el medio ambiente de un individuo, en donde el mundo a su alrededor se parece irreal o desconocido.
Términos comúnmente usados para describir los síntomas y sensaciones de Desrealización:

Como en el espacio
Como ver através de un velo gris
Una sesación de niebla en los sentidos
Separado de sí mismo
Esta atrapado en una jarra de vidrio
En una percera
Detrás de un vidrio
Retraído
Sentirse aislado o distante del entorno inmediato
Como ser un espectador de algún juego extraño y sin sentido
Los objetos aparentan estar disminuidos en tamaño
Sin vida
Como un sueño
Como caricatura
artificial; los objetos parecen no estar sólidos, que respiran o brillan
"Como si mi cabeza estuviera dentro de una botella de Coca y estoy viendo el mundo a través del vidrio grueso que está en el fondo"

Ahora quisiera conocierais con testimonios como se siente y se percibe:

“Para mí la sensación de irrealidad es la que más me asustaba en mis primeros ataques de pánico, era lo que más me angustiaba. Es como si salieras de tu cuerpo lo cual es una sensación muy extraña que nunca antes había sentido. La verdad que para mí siempre ha sido muy difícil explicar cómo es. “

“Me siento como mareado, con una sensación de desprotección, ya que en ese momento no soy capaz de pensar en nada más que en lo que me está pasando; me siento sin fuerzas, decaído y la recuerdo como uno de las peores sensaciones de mi agorafobia”

“Para mi esa sensación es como si todo lo estuviera viendo como una película, parece que lo estás viendo desde fuera, desde arriba, no sé. La visión no es normal, parece que oigo más de la cuenta y tengo la sensación que voy a dejar de entender…”

“Es como si se abriera una brecha entre mi mundo y el exterior ya que lo que percibo se aleja con esta sensación, es como si dejaras en cierto modo de ser "humano". No digo que la realidad llegue a distorsionarse pero queda cerca.

¿Que explicación le damos?
Todos en alguno momento determinado de nuestra vida, nos disociamos de una manera u otra. A veces hemos estado viendo durante horas la televisión, y apenas nos hemos enterado de lo que estaba pasando, o en otras de pronto nos estamos dando cuenta que nuestro interlocutor estaba hablando, y no le estábamos haciendo ni caso. A veces un acontecimiento has sido muy traumático, y no podemos recordar bien que era lo que había pasado. Nuestra mente se protege de esta manera de lo que cree que no puede asimilar emocionalmente.

El problema surge cuando nos asusta la aparición de estas percepciones. A menudo podemos llegar a un círculo cerrado. Ya que al asustarnos dichas sensaciones, estamos comprobando continuamente si están, o no están. Y efectivamente, si estamos pendientes de si nos pica una parte del cuerpo, encontraremos picor.

Normalmente las personas a las que más les afecta estas percepciones son las que tienen un perfil controlador, y con tendencia a la rigidez. Son personas que tienden a intentar llevar un control sobre lo que les rodea. Muchas veces refieren miedo a la locura y a la perdida de control, precisamente. La locura, y la muerte, son entendidas como las mayores perdidas de control. No es la irrealidad, o la despersonalización, las que provocan el pánico. Mas bien son los intentos por acotarlas, o la idea de que no pueden estar ahí, las que lo provocan.

¿Como desaparece?
Cada persona es diferente, yo puedo hablar de mi, y si sigues mi blog encontraras todo lo que me ha ayudado a mejorar y a controlarlo.
Sobre todo recuerda que es cuestión de trabajo con uno mismo, de paciencia, de esfuerzo.. no lo pases solo, no estas ni loco ni estas perdiendo la cabeza.
Unos tienen diabetes, otros colesterol... tu tienes ansiedad y NO es una enfermedad, no huyas de ella..intenta aprender a dejarla formar parte de tu vida e ira siendo cada vez menos importante en ti. Se que es difícil, se que el problema radica en el MIEDO AL MIEDO, pero nada te va a pasar porque nunca pasa, desafíala y sobre todo: JAMAS evites nada, ganarle el pulso y sentir que por ella no has dejado de hacer las cosas que te dan miedo es aparte de gratificante, una manera de mejorar cada día y no desembocar tu vida en una agorafobia. OBLIGATE A NO EVITAR NI A HUIR. Animo!

viernes, 19 de diciembre de 2014

Ansiedad en navidad

La melancolia que provoca estas fiestas muchas veces acrecenta nuestras sensaciones de ansiedad, la incertidumbre del que nos deparará el nuevo año, la obligación de reuniones o salidas que quizás no te apetezcan... nos crean miedo, y con ello un estado continuo de alerta. Dejo un poquito de información y unos consejos para pasarla mas feliz.


¿Qué causa el estrés en las fiestas?

Normalmente hay algo en particular que nos aqueja, que dispara el estrés en nosotros. Esto no es diferente en esta época. Existen muchas razones por las que las navidades y fin de año son fechas sensibles para muchos.

Memorias: Muchas personas tienden a asociar estas fechas con acontecimientos difíciles que han tenido en sus vidas o, por otro lado, tienen a recordar días mejores. Lo cierto es, y está comprobado, que las fiestas despiertan memorias y estas memorias tienen consecuencias en nuestros sentimientos.

Encuentros incómodos: En estas fechas es normalmente requerido ver a muchas personas y en muchos casos, son personas que hemos intentado evitar durante todo el año. Estos encuentros son naturalmente una gran fuente de estrés y ansiedad.

Los cambios: Muchas veces el ambiente de navidad y fin de año nos marca el paso del tiempo, nos señala lo que ha cambiado y esto, a quienes padecemos ansiedad, se nos hace difícil.

Lo que se ha mantenido igual: Para muchos la mayor fuente de estrés es lo que no ha cambiado, vivir la misma rutina de las navidades, el hacer las mismas cosas todos los años, sumado con lo que no han logrado hacer o tener

Muchas veces es la sensación de obligación lo que nos hace sentir más ansiedad en estas fechas, es el hecho de “tener” que ir a una actividad, ver a alguien o comprar un regalo para alguien. Toma un poco de distancia y empieza por valorar entre lo que tienes que hacer y lo que realmente quieres hacer. Intenta cambiar las cosas que no te gustan de las fiestas y buscar opciones que disfrutes. No hagas cosas o vayas actividades simplemente porque siempre lo has hecho. Un poco de terapia cognitivo conductual aplicada a estas situación, puede ser de mucha ayuda. Cambia tu pensamiento con respecto a las fiestas y verás como tus patrones de comportamiento y tus sentimientos también cambiarán.

Algunas fuentes de estrés no están en nuestro control, no las podemos cambiar, sin embargo, concéntrate en lo que sí puedes mejorar:

No hagas lo mismo de siempre: si lo mismo de siempre es una fuente de angustia para ti, intenta hacer algo distinto. Si siempre ofreces una fiesta, pero sufres mucho al hacerlo, busca otras opciones con tu familia. La idea no es que dejes de compartir y asistir a actividades, simplemente que sepas que puedes cambiar las reglas del juego.

No evites actividades: muchas personas sufren de ansiedad social, algunos en niveles más fuertes que otros, pero para todos esta es una época de mucho temor. la recomendación general es no permitas que la ansiedad te domine, pues evitar asistir a las actividades por miedo, no es superar la ansiedad, es sólo disfrazarla temporalmente.

Tampoco idealices las fiestas: muchas veces pensamos, tal ves inconscientemente, que las fiestas deben ser de una manera específica o que debemos sincronizar nuestros sentimientos con el ambiente general. Honestamente, raras veces las cosas resultan exactamente como esperamos. Disfruta este periodo como es, no esperes que sea perfecto.

Haz algo de actividad física: normalmente el tiempo de vacaciones hace que nuestras rutinas cambien de manera drástica, los que da pie a que el organismo se resienta y aumenten los niveles de ansiedad. Muchos tienden a permanecer en casa sin salir ni hacer ningún tipo de trabajo físico y esto los lleva a sentirse deprimidos y más ansiosos. También, se pueden recurrir a tratamientos naturales para la ansiedad como sugerir beber infusiones de hierbas, por ejemplo el té de valeriana. Otra medida natural recomendada es hacer ejercicios de respiración o incluso meditación.

Busca ayuda: No tienes por qué vivir tu ansiedad en soledad. Las fiestas son fechas para compartir, y no se sólo trata de compartir regalos u objetos, muchas veces tiene más valor compartir con los demás lo que pasa por nuestra mente y cómo nos sentimos, así como escuchar lo que nuestros seres queridos tienen que decirnos. Si sientes que tu ansiedad es muy fuerte, tampoco dudes en buscar el consejo de un médico. No olvides que que la ansiedad se puede tratar y superar, pero no desaparece por sí sola.

La meditacion para el cambio


Existen multitud de paginas y vídeos en internet desde donde puedes practicar la meditacion . Yo personalmente hice una seleccion de las que mas me ayudaban y las grabe en un cd, asi podia ponerlo siempre que quisiera donde quisiera.
Yo recomiendo que sea guiada si no tienes experiencia con ella..no es fácil concentrarse, por ello que una voz te guie siempre viene bien.No tiene mas secreto que el intentar relajarse, cerrar los ojos y dejarse llevar.
 Elige momentos del día donde tengas un espacio para relajarte y que nadie te moleste, ami me ayudó mucho para interiorizar y vivir en el aquí y ahora, en momentos de mucha ansiedad y caos mental.
Dejo un poquito de información...


La meditación nos sitúa en el aquí y en el ahora, cuando uno medita esta realmente en el presente, ya que si no es así no se produce la meditación.
La meditación nos enseña a no hacer, a no buscar una finalidad a las cosas y a estar en la percepción o atención sin búsqueda de objetivos.
La meditación nos ayuda a eliminar las identificaciones que normalmente tenemos con los contenidos de la mente, sean los pensamientos, las vivencias, los recuerdos, etc.
La meditación genera un estado de calma mental no alcanzable por ningún otro procedimiento de trabajo mental.
El silencio mental generado por el estado meditativo produce unas condiciones de calma profunda lo que supone un alivio a los estados de estrés o ansiedad.
La calma mental presupone un cambio de enfoque a la hora de percibir los problemas o las cuestiones que tenemos planteadas en nuestra vida, haciéndonos ver aspectos hasta ahora no descubiertos que nos dan nuevas y creativas formas de solucionar los problemas.
La meditación nos permite aprender a dejarnos fluir a no necesitar estar controlando tanto las situaciones de nuestra vida.
La meditación ayuda a integrar las emociones rechazadas ya que genera un marca de aceptación de todo nuestro mundo interno.
La meditación nos permite alcanzar un estado de integración de nuestra contradicciones y dualidades ya que genera un estado mental de flexibilidad y tolerancia a los diferentes estados, vivencias o planteamientos mentales.
La meditación desarrolla la capacidad de atención y autoconciencia personal.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Medicación para el cambio

Siempre he sido antimedicacion, me duele la cabeza y tiene prácticamente que casi explotarme para tomarme una pastilla...pero reconozco que en aquel momento fue mi salvación. Llegó un momento que la ansiedad me creo un estado casi incapacitante, y cuando la mente se bloquea, en mi caso no sirve de nada la razón, por lo que indagar con terapia sobre el problema que lo causaba era prácticamente imposible.
Por ello la medicina me ayudó, me dio ese empujón de esperanza por salir de ahí, porque en esos momentos no ves luz en el camino...y gracias a ella pude asistir con animo a terapia y empezar a trabajarme ami misma. No la tengas miedo, si respeto, como a todo.
La medicación para mi es el dedo que tapa el sol para no deslumbrarte, pero no la cura, lo que cura es el trabajo con uno mismo.En cuanto quitas el dedo que tapa el sol vuelves a quedarte ciego.
Siempre existen mas alternativas oirás...pero es una decisión personal, y realmente si sabes utilizarlas siempre de la mano de un profesional ayudan.

Explicaré brevemente lo que suelen recetar:
En el tratamiento de la ansiedad, se emplean habitualmente dos tipos de fármacos: los ansiolíticos, y los antidepresivos.

Los ansiolíticos más utilizados pertenecen al grupo de las benzodiacepinas de alta potencia (Alprazolam, Loracepam, Diacepam, Cloracepam,etc). Producen un efecto tranquilizante. Actúan reduciendo los síntomas de ansiedad en cuestión de minutos y disminuyendo tanto la intensidad como la frecuencia de los episodios de angustia. Los principales efectos adversos de las bezodiacepinas consisten en somnolencia, alteraciones de la memoria, alteraciones de la atención y de la concentración. El deterioro de estas funciones cognitivas suele ser transitorio ( se experiementa mientras se está tomando el medicamento) y sólo se produce con dosis elevadas y prolongadas en el tiempo. Otro inconveniente es que su consumo prolongado puede generar efectos de dependencia (adicción) y tolerancia (pérdida progresiva de efectividad).

Los antidepresivos empleados hoy en día en el tratamiento de los trastornos de angustia son los ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina). Constituyen el tratamiento de elección primaria. Diversos estudios apuntan a la implicación de la serotonina como principal neurotransmisor involucrado en los trastornos de ansiedad, aunque hay otros. El grupo de los ISRS está constituido por la Fluoxetina, Paroxetina, Fluvoxamina, Sertralina, Citalopram y Escitalopram. Poseen una alta especificidad contra la ansiedad y escasos efectos colaterales (principalmente la ganancia de peso, somnolencia, y disfunción sexual). Apenas presentan interacciones con otros medicamentos y no crean dependencia.Como inconvenientes de los ISRS citaremos los efectos secundarios de los primeros días (náuseas, cefaleas, incremento transitorio de la ansiedad, etc..) Por ello es conveniente iniciar el tratamiento con dosis baja, y asociar tranquilizantes las primeras semanas. En algunos pacientes , dependiendo también del fármaco elegido, pueden ocasionar alguna ganancia de peso, o cierta pérdida de apetito o respuesta sexual. Normalmente, el médico informará al paciente sobre el carácter leve y transitorio de estos posibles síntomas adversos. Otro inconveniente es que el efecto terapéutico no se inicia hasta las 2-3 semanas de iniciar las tomas del antidepresivo.

Hipnosis para el cambio


Después de acudir a varias terapias una amiga me hablo de la hipnosis.. no estaba yo muy convencida pues lo que la tele te enseña distorsiona mucho la realidad.. pero no perdía nada por probar..y así lo hice.
Acudí alrededor de 10 sesiones y no me preguntéis porque...pero mi ansiedad de alguna manera se transformo. Mis crisis eran mucho mas suaves cada vez.. mi miedo se redujo...algo en mi cerebro cambió.. puede que sea sugestión.. puede que no..pero que mas da si ayudó para mi mejoría.
Existen muchos mitos sobre la hipnosis, por eso dejo un poquito de información para que la conozcáis mejor.
Junto con el deporte, es mi segunda recomendación.

Definición (APA, 1993; Kirsch, 1994)

1.-La hipnosis es un procedimiento en el que un especialista sugiere a una persona que experimente cambios en sus sensaciones, percepciones, pensamientos o conducta.

2.- El contexto hipnótico suele establecerse usando un método o procedimiento de inducción, que puede adoptar formas muy diferentes, aunque las más frecuentes son las que incluyen sugestiones de calma, relajación y bienestar, así como instrucciones de pensar o imaginar experiencias agradables.

3.- Se da una gran variabilidad en las respuestas que se experimentan durante la hipnosis. Así, ciertas personas dicen experimentar un estado alterado de conciencia, mientras que otras indican que su experiencia es como un estado normal de atención focalizada, en el que se han sentido muy calmadas y relajadas. En general, la mayor parte de la gente dice que la experiencia con la hipnosis es muy agradable.

4.- Algunas personas responden mucho a las sugestiones hipnóticas y otras no. En ocasiones son los miedos y falsas concepciones de la hipnosis lo que impide que las personas experimenten lo que se sugiere en hipnosis. Las personas hipnotizadas no pierden el control, son conscientes de quiénes son y dónde están, y recuerdan generalmente lo que ocurrió durante la hipnosis, a menos que se le sugiera que lo olviden. La hipnosis no obliga a nadie a experimentar las sugestiones, sino que únicamente lo facilita hipnóticas y otras no.

5.- La hipnosis no es una forma de terapia, como la Terapia de Conducta, o el Psicoanálisis, sino un procedimiento que puede facilitar la terapia psicológica. Por lo tanto, la hipnosis clínica debe ser usada por profesionales formados y con credenciales que avalen su capacidad como profesionales de la salud. Por supuesto, estos profesionales deben haber recibido también entrenamiento específico en el uso clínico de la hipnosis. Por lo tanto, este entrenamiento no es suficiente, siendo necesario ser un profesional de la Psicología Clínica o de la Medicina para poder usar la hipnosis clínica.

¿Quiénes pueden beneficiarse de la hipnosis?

Prácticamente cualquier persona, en mayor o menor grado pueden alcanzar un nivel aceptable de hipnosis. Salvo los niños menores de 4 años y las personas con patologías graves de orden neurológico o trastorno mental grave.

¿Qué nivel de trance se necesita para que sea efectiva?

Desde el nivel más ligero de trance ya es efectiva la hipnosis.

¿Y si una persona no consigue despertar?

No pasa nada, todas las personas de un modo natural despertarían o saldrían de ese estado de concentración de forma natural. El especialista puede dar instrucciones para "despertar" a una persona en trance hipnótico, pero si no recibiese tal orden, la persona en trance hipnótico volvería a su estado anterior de forma natural y espontánea como si hubiese estado concentrada en una lectura o absorta admirando o imaginando un paisaje o recuerdo.

¿En qué casos o dolencias puede utilizarse con éxito?

Se utiliza con éxito en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, del estado de ánimo como la depresión o trastornos adaptativos. También en trastornos de origen psicofisiológico como el dolor, ya sea de tipo crónico, oncológico o agudo ante una intervención en odontología o quirúrgica en general, también en cefaleas, migrañas o insomnio, por poner los ejemplos más frecuentes. También es beneficiosa la hipnosis al emplearla en adicciones, como el tabaquismo, obesidad, control del impulso a comer desmesuradamente, onicofagia (morderse las uñas), tricotilomanía (arrancarse el cabello) y alcoholismo.

martes, 16 de diciembre de 2014

Deporte para el cambio

Nunca he sido una persona que hiciera deporte habitualmente, recuerdo una psicologa que me dijo que me obligara a hacer minimo 3 veces en semana algun tipo de ejercicio fisico, que para la ansiedad era algo imprescindible. Nunca lo hice, nunca la creí. Pero me equivoque..
Comencé a hacer deporte sinceramente por verme mejor, adelgazar un par de kilos despues de las navidades y matar el tiempo libre.. creo que fue hoy por hoy lo mejor que hice en mi vida... todo empezó a cambiar.. los ataques de panico comenzaron a disminuir, mi animo mejoró y empece a sentir mas claros mis pensamientos..la apariencia fisica que evidentemente tambien mejoró, quedó en un segundo plano absoluto para mi.
Por eso, sin dudar, es lo primero que os recomiendo, no cuesta nada, es mas, te engancha y es beneficioso para todo. Aquí os dejo un articulo que os lo explicará mucho mejor que yo..


Las personas que padecen ataques de pánico tienden a interpretar de forma errónea y catastrófica las sensaciones relacionadas con la ansiedad, considerando que esas sensaciones pueden ser perjudiciales a nivel físico. La práctica de actividad física supone la activación de todo el organismo y, con ello, la activación del sistema circulatorio, respiratorio, etc. Algunas personas con este trastorno, evitan realizar conductas que requieran esfuerzo físico (mantener relaciones sexuales, subir a atracciones de feria muy movidas, bailar o hacer deporte, por ejemplo) porque temen que tras un esfuerzo elevado puedan volver a tener un ataque. Nada más lejos de la verdad. En un metaanálisis realizado a partir de 15 trabajos publicados desde 1987, de 420 pacientes con ataques de pánico sólo 5 presentaron un episodio de pánico durante la realización de ejercicio físico (O’Connor, Smith y Morgan, 2000), y muy probablemente fue debido a que asimilaron los síntomas del ejercicio físico a los de la ansiedad, asustándose de ellos y alarmándose sobre manera. Éste y otros trabajos indican que los pacientes con trastorno de pánico pueden practicar ejercicio físico intenso con un bajo riesgo de experimentar un ataque de pánico. De hecho, diversos estudios recomiendan el uso terapéutico de la actividad física de forma complementaria a los tratamientos habituales o en aquellos pacientes que se muestran resistentes a los mismos (Salmon, 2001). En estos casos, no obstante es conveniente seguir las pautas programadas por un especialista.

Mecanismos psicológicos:

   El ejercicio físico regular mejora el estado de ánimo. Diversos estudios han demostrado que facilita el manejo de emociones negativas como la ira y la rabia. Por otro lado, ayuda a mejorar la calidad del sueño.

   Las personas que realizan ejercicio físico consiguen evadirse de sus preocupaciones o problemas durante la actividad. Mejora la sensación de fortaleza, de seguridad y de control sobre si mismo y sobre el medio. En este sentido, el ejercicio físico ayuda a mejorar nuestra sensación de autoeficacia.

   La práctica de ejercicio físico puede mejorar la autoestima. Los cambios en el cuerpo pueden mejorar nuestra imagen corporal y hacer que nos sintamos mejor con nuestro físico. Por otro lado, también puede aumentar el sentimiento de mayor dominio en habilidades y capacidad física.

   Finalmente, la práctica de ejercicio físico puede ser una buena oportunidad de conocer y establecer relaciones con otras personas. Tener relaciones sociales puede ayudar en nuestro proceso de cambio, sirviéndonos de apoyo social, de distracción de nuestros problemas, de refuerzo, etc.

Mecanismos biológicos

   El ejercicio físico mejora la regulación del sistema cardiovascular y respiratorio incidiendo sobre el sistema nervioso autónomo (SNA). Esta mejora podría incrementar la habilidad de nuestro organismo para modular nuestra reacción ante las demandas del medio. En un estudio realizado por Mussgay, Schmidt, Morad y Rüddel (2003) se apreció una disminución importante de la presión sanguínea y frecuencia cardíaca, en situación de estrés, mediante la práctica regular de ejercicio aeróbico. Los autores concluyen que la práctica de ejercicio podría mejorar el funcionamiento del SNA.

   El ejercicio físico estimula el sistema inmunológico, ya que facilita la eliminación de sustancias nocivas del organismo, y propicia la regeneración del mismo. También favorece el incremento del número de linfocitos (glóbulos blancos) disminuyendo el riesgo de aparición de enfermedades.

   La práctica de ejercicio físico produce a largo plazo un incremento de los niveles de noradrenalina, implicada en la respuesta del organismo al estrés, y de serotonina. El aumento de los niveles de serotonina a nivel cerebral puede contribuir a mejorar nuestro estado de ánimo y a reducir la ansiedad. Como se ha comentado en otros capítulos, los fármacos que inhiben la recaptación de este neurotransmisor (actúan aumentando su disponibilidad en el espacio sináptico a través del que se comunican las neuronas) reducen la sintomatología ansiosa y depresiva y son eficaces en prácticamente todos los trastornos de ansiedad. El ejercicio físico estimularía de forma natural la disponibilidad de este neurotransmisor. Asimismo, también está implicado en la reducción del niveles de cortisol, hormona que participa en la respuesta del organismo al estrés.

   El ejercicio físico estimula la glándula pituitaria, para la producción de endorfinas. Las endorfinas son hormonas vinculadas a funciones de neurotransmisión, implicadas en la regulación del dolor y la sensación de bienestar. La estimulación natural de este sistema mediante el ejercicio físico puede provocar analgesia (menor sensación de dolor) y mejorar el estado de ánimo por sus efectos euforizantes y relajantes. Por este motivo, se aconseja, también, practicar ejercicio físico a las personas que padezcan enfermedades que cursen con dolor: artritis, fibromialgia, etc.


¿Cuánto ejercicio físico es necesario?

   Como norma general, se puede concluir que cualquier tipo de actividad física, por pequeña y corta que sea, resulta beneficiosa para nuestra salud. Existen muchos trabajos que han examinado cuánto ejercicio físico es necesario para observar cambios importantes en los niveles de ansiedad. Si bien los datos no son concluyentes, se recomienda:

- Que las personas practiquen actividad física vigorosa de forma regular.
- Que realicen más de una actividad, practicando tanto ejercicios de tipo aeróbico (nadar, correr, ir en bici) como anaeróbico (pesas, flexiones, estiramientos...).
- Es importante remarcar, a este respecto, que los estudios revisados consideran que el ejercicio físico de tipo aeróbico resulta más beneficioso en la reducción de la ansiedad que el anaeróbico.

   Las actividades físicas elegidas deben ser agradables y placenteras, es el modo de conseguir que se practiquen de forma habitual.

   Practicar ejercicio de intensidad entre moderada y elevada tres veces a la semana durante 20-30 minutos puede reducir el nivel de ansiedad. 20-30 minutos de ejercicio moderado puede suponer, por ejemplo, ir caminando de forma rápida hasta el lugar de trabajo, o bajarse unas parada antes del autobús y realizar a pie el último tramo de nuestro recorrido. Esta actividad, que podría convertirse en una práctica habitual y saludable para nuestro organismo, se puede complementar con un partido de baloncesto semanal con los amigos, o con una visita al gimnasio un par de veces a la semana, o con una tabla de ejercicios en casa mientras escuchamos nuestra música favorita. La idea principal que se pretende transmitir con estos ejemplos es que el ejercicio físico debe formar parte de nuestra vida cotidiana, y para ello nada mejor que intentar adaptarlo a nuestras necesidades y costumbres. Sólo de este modo conseguiremos practicarlo de forma regular.


Clínica de la Ansiedad. Psicólogos en Barcelona y Madrid. Especialitas en el tratamiento de la ansiedad.

Como ayudar a quien tiene un ataque de panico


Por mi experiencia creo que no podemos culpar ni enfadarnos con quienes tenemos cerca por el echo de no reaccionar como nos gustaría que lo hiciesen.. hasta que a uno no le ocurre no puede empatizar con el otro, es muy difícil ponerse en la situación de quien lo padece, pero no por ello no se puede ayudar si sabes como, y siempre podemos guiarles para nuestro beneficio.
Por ello os dejo una guía de lo que por lo general aporta tranquilidad y confianza al ansios@, es importante y de gran ayuda sentirse arropado y entendido en ese momento.



Help Someone Having a Panic Attack Step 1.jpeg
Entiende lo que está pasando. Las personas con un trastorno de pánico tienen ataques repentinos y repetidos de miedo que duran varios minutos. Los ataques de pánico se caracterizan por el temor de que ocurra un desastre o de perder el control, incluso cuando no hay ningún peligro real.[1] Un ataque de pánico puede ocurrir sin previo aviso y sin motivo aparente. En casos extremos, los síntomas pueden ir acompañados de un miedo agudo de morir. Aunque son bastante angustiantes y pueden durar desde 5 minutos hasta varias horas, los ataques de pánico en sí no suelen ser mortales.
  • Los ataques de pánico llevan al cuerpo a un nivel máximo de agitación, lo que hace que la persona sienta que no puede controlarse. La mente se está preparando para una pelea falsa o una retirada, lo que obliga al cuerpo a asumir el control para ayudar a la víctima a enfrentar o a huir del peligro que percibe, ya sea real o no.
  • Las glándulas suprarrenales liberan en el torrente sanguíneo las hormonas cortisol y adrenalina, y empieza el proceso, que es el núcleo de un ataque de pánico. La mente no puede distinguir la diferencia entre un verdadero peligro del que está en la mente. Si lo crees, entonces es real para tu mente.
  • Nunca ha habido un caso documentado de una persona que haya muerto por un ataque de pánico.[2] Sólo pueden ser fatales si están acompañados de condiciones médicas preexistentes, como asma, o si producen posteriormente comportamientos extremos (como saltar de una ventana).
 
  1. Mantente alerta a los síntomas. Si la persona nunca ha sufrido de un ataque de pánico antes, entrará en pánico por dos razones diferentes; la segunda será por no saber lo que está pasando. Si puedes determinar con precisión que está teniendo un ataque de pánico, esto aliviará la mitad del problema. Los síntomas incluyen: [3]
    • Palpitaciones o dolor en el pecho
    • Aceleración del ritmo cardíaco
    • Respiración rápida o exagerada
    • Dolores de cabeza
    • Dolores de espalda
    • Temblor
    • Hormigueo en los dedos de las manos o de los pies
    • Sudoración
    • Sequedad en la boca
    • Dificultad para tragar
    • Mareos, aturdimiento, sensación de desmayo (por lo general esto se debe a la hiperventilación)
    • Náuseas
    • Calambres abdominales
    • Sofocos o escalofríos
  2. Help Someone Having a Panic Attack Step 2.jpeg Si esta es la primera vez que la persona lo experimenta, busca atención médica de emergencia. En caso de duda, siempre es mejor buscar atención médica inmediata. Esto es doblemente importante si la persona tiene diabetes, asma u otros problemas médicos. Es importante señalar que los signos y síntomas de un ataque de pánico pueden ser similares a los de un ataque cardíaco. Tenlo presente al evaluar la situación.
    Si no es la primera vez que la persona sufre de un ataque de pánico y tiene una vaga idea de la situación, no vayas en contra de sus deseos y llames a una ambulancia o lleves a la persona a la sala de emergencias. Que la encierren en una sala blanca, fría y antipática en este momento es casi lo último que necesita para calmarse.
  3. Help Someone Having a Panic Attack Step 3.jpeg
    4
    Determina la causa del ataque. Habla con la persona y determina si está teniendo un ataque de pánico y no otro tipo de emergencia médica (como un ataque cardíaco o de asma), que requeriría de atención médica inmediata. Si ya le ha pasado antes, puede darte una idea de lo que está pasando.
    • Muchos de los ataques de pánico no tienen una causa o, por lo menos, la persona que lo está sufriendo no está consciente de la causa. Debido a esto, podría no ser factible determinar la causa. Si la persona no sabe por qué, tómale la palabra. No todo tiene una buena razón.

Método 2 de 3: Tranquiliza a la persona

  1. Help Someone Having a Panic Attack Step 4.jpeg
    1
    Elimina la causa o lleva a la persona a un área tranquila. La persona probablemente tendrá unas ganas tremendas de salir de donde esté. Para facilitárselo, pero a la vez mantenerla a salvo, llévala a un área diferente, de preferencia que sea abierta y tranquila.
    • A veces, una persona con trastornos de pánico ya tendrá técnicas o medicamentos que sabe que le ayudarán a aliviar el ataque, así que pregúntale si hay algo que puedas hacer. Puede ser que tenga un lugar en el que prefiera estar.
  2. Help Someone Having a Panic Attack Step 5.jpeg
    2
    Háblale de forma tranquilizadora, pero firme. Prepárate para la posibilidad de que la persona trate de escapar. Aunque estés luchando una ardua batalla, es de suma importancia que mantengas la calma. Pídele a la persona que permanezca inmóvil, pero nunca la agarres, no la sostengas, ni la sujetes incluso suavemente; si quiere moverse, sugiérele que se estire, que dé saltos de tijera, o que te acompañe a dar un paseo a paso ligero.
    • Si está en su casa, sugiérele que organice el armario o que haga otra actividad de limpieza que requiera energía. Con el cuerpo listo para luchar o huir, dirigir la energía hacia objetos físicos y actividades finitas y constructivas puede ayudarle a lidiar con los efectos fisiológicos. El logro real puede cambiar su estado de ánimo, mientras que centrarse en una actividad diferente puede ayudarle a calmar la ansiedad.[4]
    • Si no está en casa, sugiérele una actividad que pueda ayudarle a concentrarse. Puede ser algo tan simple como subir y bajar los brazos. Una vez que comience a cansarse (o a aburrirse de repetir), su mente estará menos concentrada en el pánico.
  3. Help Someone Having a Panic Attack Step 6.jpg
    3
    No descartes sus miedos. Decirle cosas como: "No hay nada de qué preocuparse", "todo está en tu mente", o "estás exagerando" agravará el problema. El miedo es muy real para la persona en ese momento, y lo mejor que puedes hacer es ayudarla a hacerle frente; minimizar o descartar el miedo de cualquier forma puede hacer que el ataque de pánico empeore. Solo dile "está bien", y pasa a la respiración.
    • Las amenazas emocionales son tan reales como las amenazas de vida o muerte para el cuerpo. Es por eso que es importante tomar en serio sus miedos. Si sus miedos no se basan en la realidad y está reaccionando a algo pasado, puede ser de utilidad que le des algunas comprobaciones específicas de la realidad. "Estamos hablando de Juan; él nunca se sale de sus casillas enfrente de la gente por los errores, como solía hacerlo Marco. Él simplemente reacciona de la forma que siempre lo hace y probablemente ayuda. Esto pasará pronto y no le parecerá nada del otro mundo".
    • Pregúntale de forma tranquila y neutral: "¿Estás reaccionando a lo que está pasando en este momento o a algo pasado?". Esto puede ayudar a la víctima del ataque de pánico a organizar sus pensamientos para que reconozca la diferencia entre los recuerdos y las señales de peligro inmediato. Escucha y acepta la respuesta que te dé; a veces las personas que han estado en situaciones de abuso tienen reacciones muy fuertes a las señales de advertencia reales. Hacerle preguntas y dejar que explique lo que le está pasando es la mejor forma de apoyo.
  4. 4
    No le digas, "Cálmate", o "No hay nada que temer". Vaya, qué gran descubrimiento. ¡Ni siquiera lo había pensado! Actuar condescendiente sólo pondrá a la persona más alerta. Es más, decirle que no hay nada que temer sólo puede recordarle lo fuera de la realidad que está, lo que la obligará a entrar más en pánico. En lugar de eso, intenta decirle algo como: "Entiendo que estés molesto. Está bien. Estoy aquí para ayudar".[5]
    • Es importante que lo veas como un problema real, como si su pierna estuviera sangrando. Aunque no puedas ver lo que realmente está pasando, es algo muy atemorizante para la persona. La situación es real para ella, así que, trátala como tal; es la única forma en la que puedes ayudar.
  5. Help Someone Having a Panic Attack Step 7.jpeg
    5
    No presiones a la persona. Este no es el momento para obligar a la persona a responder o a hacer cosas que harán que su ansiedad empeore. Minimiza los niveles de estrés siendo una influencia que la calme y haciéndola que entre en un estado relajado. No insistas en averiguar lo que causó el ataque, ya que esto solo empeorará las cosas.
    • Escucha con actitud de apoyo si de repente trata de explicar cuál es el motivo de su reacción. No la juzgues, simplemente escúchala y deja que hable.
  6. Help Someone Having a Panic Attack Step 8.jpeg
    6
    Anímala para que trate de controlar la respiración. Recuperar el control de la respiración le ayudará a eliminar los síntomas y a calmarse. Muchas personas toman respiraciones cortas y rápidas cuando están entrando en pánico, y algunas personas contienen la respiración. Esto reduce la entrada de oxígeno, lo que hará que el corazón se acelere. Usa una de las siguientes técnicas para ayudarle a que su respiración vuelva a la normalidad:
    • Prueba contando las respiraciones. Una forma de ayudar a la persona a hacer esto es pidiéndole que inhale y exhale mientras tú cuentas. Comienza contando en voz alta, animando a la persona a que inhale por 2 segundos y luego exhale por 2 segundos; aumenta gradualmente a 4 y luego a 6 segundos si es posible, hasta que su respiración vaya más despacio y se haya regulado.
    • Haz que respire en una bolsa de papel. Si la persona es receptiva, ofrécele una bolsa de papel, pero ten en cuenta que para algunas personas, la bolsa de papel en sí puede ser un desencadenante de miedo, sobre todo si han tenido experiencias negativas siendo forzadas a usarla durante algún ataque de pánico anterior.[6]
      • Ya que esto se hace para evitar la hiperventilación, puede no ser necesario si estás tratando con alguien que contiene la respiración o disminuye la velocidad de su respiración cuando entra en pánico. Sin embargo, si es necesario, esto debe hacerse alternando aproximadamente 10 respiraciones dentro y fuera de la bolsa, seguidas de respiraciones sin la bolsa durante 15 segundos. Es importante no exceder las respiraciones en la bolsa en caso de que los niveles de dióxido de carbono se eleven demasiado y los niveles de oxígeno disminuyan demasiado, ya que esto causaría otros problemas médicos más graves.
    • Haz que inhale por la nariz y exhale por la boca, exhalando en forma de soplidos, como si estuviera inflando un globo. Hazlo junto con la persona.
  7. Help Someone Having a Panic Attack Step 9.jpeg
    7
    Haz que se sienta fresca. Muchos de los ataques de pánico pueden ir acompañados de sensación de calor, especialmente en el cuello y en el rostro. Normalmente, un objeto frío, idealmente una toallita húmeda, puede ayudar a reducir estos síntomas y la gravedad del ataque.
  8. Help Someone Having a Panic Attack Step 10.jpeg
    8
    No dejes sola a la persona. Quédate con ella hasta que se haya recuperado del ataque. Nunca dejes a alguien que esté luchando por respirar. Una persona con un ataque de pánico puede parecer como si se comportara de forma antipática o grosera, pero comprende por lo que está pasando y espera hasta que vuelva a la normalidad. Pregúntale qué le ha funcionado en el pasado, y si se tomó sus medicamentos y a qué hora.
    • Incluso si no te sientes muy útil, debes saber que le sirves de distracción. Si dejas a la persona sola, lo único que tendrá es a sí misma y sus pensamientos. El simple hecho de que estés allí es útil para mantenerla en contacto con el mundo real.
  9. Help Someone Having a Panic Attack Step 11.jpeg
    9
    Dale tiempo para que pase. Aunque pueda parecer eterno (incluso para ti, pero especialmente para la persona), el episodio pasará. Los ataques de pánico generales tienden a alcanzar su punto máximo aproximadamente a los 10 minutos y empiezan a mejorar a partir de ese momento disminuyendo lenta y constantemente.[7]
    • Sin embargo, los ataques de pánico menores tienden a durar más tiempo. Dicho esto, la persona podrá controlarlos mejor, así que la duración es un problema menor.[7]

Método 3 de 3: Enfrenta los ataques de pánico severos

  1. Help Someone Having a Panic Attack Step 12.jpeg
    1
    Busca asistencia médica. Si los síntomas no desaparecen en unas pocas horas, considera solicitar asistencia médica urgente. Aunque no sea una situación de vida o muerte, llama incluso sólo para pedir recomendaciones. Lo más probable es que el médico de emergencias le dará al paciente Valium o Xanax y posiblemente un betabloqueante como Atenolol para calmar el corazón y la adrenalina en el cuerpo.
    • Si es la primera vez que la persona sufre de un ataque de pánico, es posible que quiera buscar atención médica porque tiene miedo de lo que le está pasando. Sin embargo, si ha tenido ataques de pánico en el pasado, puede saber que recibir atención de emergencia va a empeorar su estado. Pregúntale. Esta decisión dependerá en última instancia de la experiencia de la persona y de tus interacciones con ella.
  2. 2
    Ayuda a la persona a buscar terapia. Los ataques de pánico son una forma de ansiedad que un profesional médico debe tratar. Un buen terapeuta deberá poder identificar los factores desencadenantes del ataque de pánico o, por lo menos, ayudar al individuo a comprender mejor el lado fisiológico de la situación. Si empieza con la terapia, deja que proceda a su propio ritmo.
    • Hazle saber que la terapia no es para locos. Es una forma legítima de ayuda de la que forman parte millones de personas. Es más, un terapeuta puede recetar un medicamento que corrija el problema.
  3. 3
    Cuida de ti mismo. Puedes sentirte muy culpable de estar perdiendo la compostura durante el ataque de pánico de un amigo, pero es normal. Debes saber que alarmarte y tener un poco de miedo es una respuesta saludable al ver uno de estos episodios. Si sirve de ayuda, pregúntale a la persona si pueden hablar del asunto más tarde, para que puedas manejarlo mejor en el futuro.
    • Los ataques de pánico pueden ser muy desgastantes para cualquier relación. Aunque puede ser que quieras aceptarlos, al final es mejor que no lo hagas. Mantén tu vida lo más normal que puedas. Si tu vida está llena de factores desencadenantes, así tendrá que ser. Esta es una razón más para que la persona se someta a un tratamiento y enfrente el problema.

Como llegamos a tener una crisis de panico

Evolución de un Ataque de Pánico
Cuando nuestro cerebro percibe un peligro, automáticamente dispara una respuesta de alarma conocida como de “huir o pelear”. Lo que hace es preparar al organismo para huir de la amenaza o si esto no es posible, para pelear y salvar nuestra vida. En algunas personas esta alarma se activa sin ninguna razón aparente. Cuando esto sucede, se da lo que se conoce como un ataque de pánico o ataque de ansiedad.
Durante un ataque de pánico, se dispara la alarma, la persona comienza a sentir todas las reacciones fisiológicas primitivas de huir o pelear, e inmediatamente vienen a la mente imágenes catastróficas. Cuando esto sucede, la persona percibe una confirmación de que sus síntomas iniciales eran de hecho indicadores de un peligro serio. Una sensación de peligro extremo invade a la persona, con lo cual el sistema de alarma vuelve a reaccionar desencadenando la respuesta de miedo, volviéndose así un círculo vicioso que paraliza a la persona, y cuando esto sucede podemos hablar ya de estar viviendo un ataque de pánico o ataque de ansiedad. 


El siguiente esquema muestra paso a paso el desenvolvimiento de un ataque de pánico, y cómo es que se convierte en un círculo vicioso:


Ataque de panico

1. Algo detona el sistema de alarma en nuestro cerebro. Puede ser un factor externo o interno. Generalmente no estamos conscientes de este detonador, y no nos percatamos de todo lo que está sucediendo en nuestro organismo sino hasta el punto No. 3.

2. Al detonarse el sistema de alarma, comienzan a darse los cambios físicos en nuestro cuerpo, preparándose para “huir o pelear”. Estos cambios son el aumento de adrenalina, aumento en la frecuencia cardiaca, aumento de la temperatura corporal, la sangre se va a los músculos de brazos y piernas lo que puede causar una sensación de hormigueo, etc. Recordemos que hasta este punto, todo está sucediendo de manera automática, y no nos hemos percatado de ello.

3. En este punto es donde percibimos por primera vez algo raro en nosotros. Comenzamos a darnos cuenta de que el corazón late más rápido, sudamos, hay cierto nerviosismo, y estas sensaciones hacen que pongamos toda nuestra atención a lo que nos está pasando y lo que estamos sintiendo. Ponemos toda nuestra atención en el miedo, en las sensaciones del cuerpo y entonces es cuando pasamos al punto 4
.
4. Al percibir todo esto, comenzamos a interpretarlo. El problema es que lo interpretamos con pensamientos catastróficos como “me está dando un infarto”, “me voy a morir”, “me voy a desmayar”, “nadie me va a ayudar”, “este es el fin”, etc… Al tener este tipo de pensamientos, es prácticamente inevitable que se de el paso No. 5.

5. Pánico. Antes, cuando se disparó la alarma, el organismo se preparó ante una supuesta amenaza, y si, existe un cierto grado de miedo que es normal y necesario para la “pelea”. Pero en este punto ya entramos a lo que es el pánico, donde ya perdemos el control de nosotros mismos, de nuestras decisiones y de nuestro actuar. Este pánico se convierte entonces en un nuevo detonador, por lo que aumentan las palpitaciones, aumenta la sudoración, aumenta el hormigueo, probablemente aparecen incluso otras sensaciones físicas como mareo o debilidad en las piernas. Nos percatamos de esto y confirmamos nuestros pensamientos catastróficos, con lo que aumenta el pánico y así se convierte en un círculo vicioso en el que el mismo miedo es el que genera más miedo. 

Lo más importante a tener en cuenta es que aunque no se sabe exactamente cual fue el detonador inicial que desencadenó el ataque de ansiedad, lo cierto es que el peligro que nuestro cerebro está “percibiendo” no es real. Es decir no existe realmente una amenaza ahí afuera, y en realidad estamos a salvo. Nadie se ha muerto nunca de un ataque de pánico, aunque si pueden ser muy intensos y desagradables. Pero es muy importante estar consciente de lo que nos está pasando, para que cuando se presente, podamos estar tranquilos de que no nos está dando un infarto, sino saber que solamente es un ataque de ansiedad, y dejar que pase.

2 Testimonios de crisis de panico

«A finales del verano del 89, tuve un mareo mientras tomaba una copa en un bar que me dejó hondas consecuencias. A partir de este momento empecé a temer que pudiera marearme donde quiera que fuera. El miedo se fue apoderando paulatinamente de mi persona.
»Un día, de vuelta del colegio de mis hijos volví a marearme y así repetidas veces hasta que dejé de acompañarles. No sólo desistí de ir al colegio, también de ir a los lugares que frecuentaba normalmente: supermercado, restaurante, tiendas, etc.
»Estas señales de incapacidad me condujeron a un estado de profunda depresión del que me repuse poco a poco a base de medicación (ansiolíticos y sedantes). Permanecía todo el día en casa sin atreverme siquiera a ponerme al teléfono. Cualquier ruido o visita de fuera me sobresaltaba. En cierta ocasión, en que me quedé sola en casa, experimenté una crisis de angustia muy fuerte que determinó que estuviera siempre acompañada. La medicación y el paso de los días fueron normalizando mi situación pero mis posibilidades de salir a la calle seguían siendo nulas.
»Fue así como me decidí a visitar a Isabel, mi psicóloga y exponerle mi problema.
»Muy despacio (por indicación suya) empecé a tomar contacto con el exterior con alguna persona de mi familia. Las primeras salidas fueron una pesadilla; sólo soñaba con volver a casa. Me costó mucho poner en práctica una de las normas básicas de la terapia que consiste en permanecer en el sitio, pese a la inseguridad y la angustia hasta que desaparezcan ambas. Al principio resulta muy difícil no dejarse llevar por el impulso de huir; de hecho, yo solía abandonar el lugar donde me encontraba antes de que desaparecieran los síntomas; con el tiempo, he ido aprendiendo a convivir con ellos y aunque el deseo de huir a veces persiste, mi empeño por hacerle frente es superior. A estas alturas del tratamiento, conozco la técnica y normalmente soy capaz de llevarla a la práctica. Afortunadamente, he superado una cierta barrera desde donde vislumbro la posibilidad de normalizarme por completo. Cada vez soy más estricta con mis objetivos y así como hace unos meses me permitía ciertas concesiones en atención a mi angustia, ahora, animada por el deseo de estar completamente bien, no abandono con tanta facilidad.»PATRICIA


«En aquel tiempo lejano, yo tenía diecisiete años y cursaba mis estudios de COU en Palma de Mallorca.
»Una tarde de diciembre caminaba con una compañera de clase por una callejuela del centro cuando el mundo se me vino abajo.
»Recuerdo el primer fogonazo de aquel momento como si se tratara de una instantánea fotográfica, y lo que sentí en aquellos minutos ha permanecido en mí, por encima, infinitamente por encima, de cualquiera de la sensaciones que haya podido tener durante todos estos años.
»Fue repentino e imprevisto, el corazón me dio un vuelco y me pareció que todo lo que había a mi alrededor se diluía; en ese instante un cúmulo de imágenes y percepciones se agolparon en mi cerebro dejándome aturdida.
»Me pegué a la pared tratando de frenar un proceso por el cual mi alma parecía a punto de desgajarse de mi cuerpo; daba la sensación de que iba a salir volando por los aires, de que iba a levitar.
»Mi corazón me martilleaba el pecho; los coches, la calle, todo giraba a gran velocidad alrededor de mí; el paisaje se desdibujaba como una acuarela mojada y yo no entendía nada.
»Presa del horror más inefable al fin lo comprendí todo: me moría. ¡Así que eso era lo que sentía una persona instantes antes de la muerte!, claro, por eso notaba que me desdoblaba, porque mi alma se iba a su origen espiritual y mi cuerpo se quedaba en la tierra para que lo enterraran.
»Cuando, al cabo de algunos minutos, dejé en segundo plano la seguridad de que me estaba muriendo, supe que algo muy importante me había pasado.
»La certeza de que algo se había quebrado en mi cerebro me invadió y sentí que una fuerza extraña me había poseído, algo de lo que ya no podría deshacerme jamás.
»La verdad es que pensé que estaba endemoniada y, en las semanas posteriores, incluso tomé en consideración la posibilidad de acudir a un exorcista.»MONICA

Saber si sufro crisis de panico. TEST

Test de Crisis de Pánico
Este Test esta basado en los Criterios de Diagnóstico de Crisis y Trastorno de Pánico, modificados y adaptados para su mejor comprensión, de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-IV-TR).
A. ¿Padece usted de miedo, pánico o malestar intenso, de aparición temporal y aislada, que se inicia bruscamente y alcanza su máxima intensidad en los primeros 10 minutos?. SI    NO    
B. ¿La crisis está acompañada de cuatro (o más) de los siguientes síntomas? SI    NO    
 - Palpitaciones (percepción del latido cardíaco), sacudidas del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca: SI    NO  
- Sudoración: SI    NO    
- Temblores o sacudidas musculares:
SI    NO   
- Sensación de ahogo o falta de aliento/aire:
 SI    NO    
- Sensación de atragantamiento o nudo en la garganta
SI    NO  
- Opresión en el pecho o malestar torácico:  SI    NO
- Nauseas (ganas de vomitar) o molestias abdominales:  SI    NO
- Inestabilidad, mareo o desmayo:  SI    NO
- Sensación de irrealidad o de estar separado de si mismo: SI    NO
- Miedo a perder el control o volverse loco: SI    NO
- Miedo a morir: SI    NO
- Hormigueos o sensación de entumecimiento en brazos o piernas: SI    NO
- Escalofríos o sofocaciones: SI    NO
C. Al menos una de las crisis de ha seguido durante 1 mes (o más) de uno (o más) de los siguientes síntomas SI    NO    
- Inquietud o ansiedad persistente por la posibilidad de tener más crisis: SI    NO
- Preocupación por las implicaciones de la crisis o sus consecuencias (por ejemplo: perder el control, sufrir un infarto de miocardio o "volverse loco"): SI    NO
- Cambio significativo en el comportamiento o conducta debido a las crisis: SI    NO

Si ha respondido que SI al criterio A, a por lo menos a 3 de los ítems del criterio B y por lo menos a 1 ítem del criterio C, Usted cumple con algunos criterios de diagnóstico de Crisis de Pánico.

Debe concurrir a un médico psiquiatra o psicólogo para que le confirme el diagnóstico de Trastorno de Pánico y los dos criterios que se detallan a continuación:


D. Las crisis de pánico no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (por ejemplo: drogas de adicción o medicamentos) o a una enfermedad médica (por ejemplo, hipertiroidismo).

E. Las crisis de pánico no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental, como por ejemplo fobia social, fobia específica, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés postraumático, etc.

Este test sólo tiene un carácter orientativo, por lo que no sustituye a ningún diagnóstico. Únicamente un médico psiquiatra o psicólogo puede realizarlo. Es pues imprescindible la consulta a un profesional.

lunes, 15 de diciembre de 2014

¿No sabes que es una crisis de pánico?

Trastorno de pánico Favorito/Compartir Versión para imprimir

Es un tipo de trastorno de ansiedad en el cual tienes ataques repetitivos de intenso miedo de que algo malo va a ocurrir. 

Causas

La causa se desconoce, aunque los genes pueden jugar un papel. Otros miembros de la familia pueden tener el trastorno. Sin embargo, el trastorno de pánico a menudo ocurre cuando no hay ningún antecedente familiar.
El trastorno de pánico es dos veces más común en las mujeres que en los hombres. Los síntomas por lo general comienzan antes de los 25 años de edad, pero pueden ocurrir hacia los 35 años. El trastorno de pánico también se puede presentar en niños, pero no suele diagnosticarse hasta que son mayores.

Síntomas

Una crisis o ataque de pánico comienza de repente y con mucha frecuencia alcanza su punto máximo al cabo de 10 a 20 minutos. Algunos síntomas pueden continuar durante una hora o más. Un ataque de pánico se puede confundir con un ataque cardíaco.
Una persona con trastorno de pánico a menudo vive con miedo de otro ataque y puede sentir temor de estar sola o lejos de la ayuda médica.
Las personas con trastorno de pánico tienen por lo menos cuatro de los siguientes síntomas durante un ataque:
Los ataques de pánico pueden cambiar el comportamiento y desempeño en el hogar, el trabajo o la escuela. Las personas con este trastorno a menudo sienten preocupación acerca de los efectos de sus ataques de pánico.
Las personas con trastorno de pánico pueden abusar del alcohol u otras drogas y se pueden sentir tristes o deprimidos.
Los ataques de pánico no se pueden predecir. Al menos en las primeras etapas del trastorno, no hay ningún desencadenante que comience el ataque. El recuerdo de un ataque pasado puede provocar ataques de pánico.

Pruebas y exámenes

Muchas personas con trastorno de pánico acuden primero a buscar tratamiento en la sala de urgencias, porque el ataque de pánico a menudo se siente como un ataque cardíaco.
El médico llevará a cabo un examen físico y una evaluación psiquiátrica.
Se harán exámenes de sangre. Se deben descartar otros trastornos médicos antes de poder diagnosticar un trastorno de pánico. También se deben considerar los trastornos relacionados con el abuso de sustancias, dado que los síntomas pueden parecerse a ataques de pánico.

Tratamiento

El objetivo de la terapia es ayudarlo a desempeñarse bien durante la vida diaria. Una combinación de medicamentos y psicoterapia funciona mejor.
Tipos de medicamentos utilizados para tratar el trastorno de pánico:
  • Los antidepresivos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) casi siempre se recetan para el trastorno de pánico.
  • Los sedantes son medicamentos para relajarlo y se pueden usar por corto tiempo. Hay un riesgo de que causen dependencia.
  • Algunas veces se usan los anticonvulsivos para casos graves.
Los síntomas deben mejorar lentamente durante unas cuantas semanas. No deje de tomar sus medicamentos ni cambie la cantidad que está tomando (dosis) sin hablar con el médico.
La psicoterapia (terapia cognitiva conductual) le ayuda a entender sus comportamientos y cómo cambiarlos. Durante la terapia, usted aprenderá cómo:
  • Entender y controlar puntos de vista distorsionados de estresantes en la vida, como el comportamiento de otras personas o los hechos de la vida.
  • Reconocer y reemplazar los pensamientos que causan pánico y disminuir la sensación de indefensión.
  • Manejar el estrés y relajarse cuando se presenten los síntomas.
  • Imaginar las cosas que causan la ansiedad, comenzando con la menos temida. Practicar en una situación de la vida real para ayudarle a superar sus miedos.
Lo siguiente también puede ayudar a reducir la cantidad o la gravedad de los ataques de pánico:
  • No tomar alcohol
  • Comer a horas regulares
  • Hacer ejercicio regularmente
  • Dormir lo suficiente
  • Disminuir o evitar la cafeína, determinados medicamentos para los resfriados y los estimulantes

Expectativas (pronóstico)

Los trastornos de pánico pueden ser duraderos y difíciles de tratar. Es posible que algunas personas con este trastorno no se curen, pero la mayoría mejora cuando se realiza un tratamiento correcto.
Las personas con trastorno de pánico son más propensas a:
  • Consumir alcohol o drogas ilícitas.
  • Estar desempleadas o ser menos productivas en el trabajo.
  • Tener relaciones personales difíciles, incluso problemas matrimoniales.
  • Resultar aislado al limitarse a dónde van o con quién están.

Cuándo contactar a un profesional médico

Solicite una cita con el médico si los ataques de pánico están interfiriendo con su trabajo, las relaciones interpersonales o la autoestima.
Llame al número local de emergencias (como el 911 en los Estados Unidos) o acuda al médico de inmediato si presenta pensamientos suicidas.

Prevención

Si usted tiene ataques de pánico, evite lo siguiente:
  • El alcohol
  • Estimulantes como la cafeína y la cocaína
Estas sustancias pueden desencadenar o empeorar los síntomas.

Nombres alternativos

Crisis de angustia (ataques de pánico)