jueves, 18 de diciembre de 2014

Hipnosis para el cambio


Después de acudir a varias terapias una amiga me hablo de la hipnosis.. no estaba yo muy convencida pues lo que la tele te enseña distorsiona mucho la realidad.. pero no perdía nada por probar..y así lo hice.
Acudí alrededor de 10 sesiones y no me preguntéis porque...pero mi ansiedad de alguna manera se transformo. Mis crisis eran mucho mas suaves cada vez.. mi miedo se redujo...algo en mi cerebro cambió.. puede que sea sugestión.. puede que no..pero que mas da si ayudó para mi mejoría.
Existen muchos mitos sobre la hipnosis, por eso dejo un poquito de información para que la conozcáis mejor.
Junto con el deporte, es mi segunda recomendación.

Definición (APA, 1993; Kirsch, 1994)

1.-La hipnosis es un procedimiento en el que un especialista sugiere a una persona que experimente cambios en sus sensaciones, percepciones, pensamientos o conducta.

2.- El contexto hipnótico suele establecerse usando un método o procedimiento de inducción, que puede adoptar formas muy diferentes, aunque las más frecuentes son las que incluyen sugestiones de calma, relajación y bienestar, así como instrucciones de pensar o imaginar experiencias agradables.

3.- Se da una gran variabilidad en las respuestas que se experimentan durante la hipnosis. Así, ciertas personas dicen experimentar un estado alterado de conciencia, mientras que otras indican que su experiencia es como un estado normal de atención focalizada, en el que se han sentido muy calmadas y relajadas. En general, la mayor parte de la gente dice que la experiencia con la hipnosis es muy agradable.

4.- Algunas personas responden mucho a las sugestiones hipnóticas y otras no. En ocasiones son los miedos y falsas concepciones de la hipnosis lo que impide que las personas experimenten lo que se sugiere en hipnosis. Las personas hipnotizadas no pierden el control, son conscientes de quiénes son y dónde están, y recuerdan generalmente lo que ocurrió durante la hipnosis, a menos que se le sugiera que lo olviden. La hipnosis no obliga a nadie a experimentar las sugestiones, sino que únicamente lo facilita hipnóticas y otras no.

5.- La hipnosis no es una forma de terapia, como la Terapia de Conducta, o el Psicoanálisis, sino un procedimiento que puede facilitar la terapia psicológica. Por lo tanto, la hipnosis clínica debe ser usada por profesionales formados y con credenciales que avalen su capacidad como profesionales de la salud. Por supuesto, estos profesionales deben haber recibido también entrenamiento específico en el uso clínico de la hipnosis. Por lo tanto, este entrenamiento no es suficiente, siendo necesario ser un profesional de la Psicología Clínica o de la Medicina para poder usar la hipnosis clínica.

¿Quiénes pueden beneficiarse de la hipnosis?

Prácticamente cualquier persona, en mayor o menor grado pueden alcanzar un nivel aceptable de hipnosis. Salvo los niños menores de 4 años y las personas con patologías graves de orden neurológico o trastorno mental grave.

¿Qué nivel de trance se necesita para que sea efectiva?

Desde el nivel más ligero de trance ya es efectiva la hipnosis.

¿Y si una persona no consigue despertar?

No pasa nada, todas las personas de un modo natural despertarían o saldrían de ese estado de concentración de forma natural. El especialista puede dar instrucciones para "despertar" a una persona en trance hipnótico, pero si no recibiese tal orden, la persona en trance hipnótico volvería a su estado anterior de forma natural y espontánea como si hubiese estado concentrada en una lectura o absorta admirando o imaginando un paisaje o recuerdo.

¿En qué casos o dolencias puede utilizarse con éxito?

Se utiliza con éxito en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, del estado de ánimo como la depresión o trastornos adaptativos. También en trastornos de origen psicofisiológico como el dolor, ya sea de tipo crónico, oncológico o agudo ante una intervención en odontología o quirúrgica en general, también en cefaleas, migrañas o insomnio, por poner los ejemplos más frecuentes. También es beneficiosa la hipnosis al emplearla en adicciones, como el tabaquismo, obesidad, control del impulso a comer desmesuradamente, onicofagia (morderse las uñas), tricotilomanía (arrancarse el cabello) y alcoholismo.

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