viernes, 19 de diciembre de 2014

Ansiedad en navidad

La melancolia que provoca estas fiestas muchas veces acrecenta nuestras sensaciones de ansiedad, la incertidumbre del que nos deparará el nuevo año, la obligación de reuniones o salidas que quizás no te apetezcan... nos crean miedo, y con ello un estado continuo de alerta. Dejo un poquito de información y unos consejos para pasarla mas feliz.


¿Qué causa el estrés en las fiestas?

Normalmente hay algo en particular que nos aqueja, que dispara el estrés en nosotros. Esto no es diferente en esta época. Existen muchas razones por las que las navidades y fin de año son fechas sensibles para muchos.

Memorias: Muchas personas tienden a asociar estas fechas con acontecimientos difíciles que han tenido en sus vidas o, por otro lado, tienen a recordar días mejores. Lo cierto es, y está comprobado, que las fiestas despiertan memorias y estas memorias tienen consecuencias en nuestros sentimientos.

Encuentros incómodos: En estas fechas es normalmente requerido ver a muchas personas y en muchos casos, son personas que hemos intentado evitar durante todo el año. Estos encuentros son naturalmente una gran fuente de estrés y ansiedad.

Los cambios: Muchas veces el ambiente de navidad y fin de año nos marca el paso del tiempo, nos señala lo que ha cambiado y esto, a quienes padecemos ansiedad, se nos hace difícil.

Lo que se ha mantenido igual: Para muchos la mayor fuente de estrés es lo que no ha cambiado, vivir la misma rutina de las navidades, el hacer las mismas cosas todos los años, sumado con lo que no han logrado hacer o tener

Muchas veces es la sensación de obligación lo que nos hace sentir más ansiedad en estas fechas, es el hecho de “tener” que ir a una actividad, ver a alguien o comprar un regalo para alguien. Toma un poco de distancia y empieza por valorar entre lo que tienes que hacer y lo que realmente quieres hacer. Intenta cambiar las cosas que no te gustan de las fiestas y buscar opciones que disfrutes. No hagas cosas o vayas actividades simplemente porque siempre lo has hecho. Un poco de terapia cognitivo conductual aplicada a estas situación, puede ser de mucha ayuda. Cambia tu pensamiento con respecto a las fiestas y verás como tus patrones de comportamiento y tus sentimientos también cambiarán.

Algunas fuentes de estrés no están en nuestro control, no las podemos cambiar, sin embargo, concéntrate en lo que sí puedes mejorar:

No hagas lo mismo de siempre: si lo mismo de siempre es una fuente de angustia para ti, intenta hacer algo distinto. Si siempre ofreces una fiesta, pero sufres mucho al hacerlo, busca otras opciones con tu familia. La idea no es que dejes de compartir y asistir a actividades, simplemente que sepas que puedes cambiar las reglas del juego.

No evites actividades: muchas personas sufren de ansiedad social, algunos en niveles más fuertes que otros, pero para todos esta es una época de mucho temor. la recomendación general es no permitas que la ansiedad te domine, pues evitar asistir a las actividades por miedo, no es superar la ansiedad, es sólo disfrazarla temporalmente.

Tampoco idealices las fiestas: muchas veces pensamos, tal ves inconscientemente, que las fiestas deben ser de una manera específica o que debemos sincronizar nuestros sentimientos con el ambiente general. Honestamente, raras veces las cosas resultan exactamente como esperamos. Disfruta este periodo como es, no esperes que sea perfecto.

Haz algo de actividad física: normalmente el tiempo de vacaciones hace que nuestras rutinas cambien de manera drástica, los que da pie a que el organismo se resienta y aumenten los niveles de ansiedad. Muchos tienden a permanecer en casa sin salir ni hacer ningún tipo de trabajo físico y esto los lleva a sentirse deprimidos y más ansiosos. También, se pueden recurrir a tratamientos naturales para la ansiedad como sugerir beber infusiones de hierbas, por ejemplo el té de valeriana. Otra medida natural recomendada es hacer ejercicios de respiración o incluso meditación.

Busca ayuda: No tienes por qué vivir tu ansiedad en soledad. Las fiestas son fechas para compartir, y no se sólo trata de compartir regalos u objetos, muchas veces tiene más valor compartir con los demás lo que pasa por nuestra mente y cómo nos sentimos, así como escuchar lo que nuestros seres queridos tienen que decirnos. Si sientes que tu ansiedad es muy fuerte, tampoco dudes en buscar el consejo de un médico. No olvides que que la ansiedad se puede tratar y superar, pero no desaparece por sí sola.

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